(Editado: Esta historia es ficticia, cualquier parecido con la realidad es mera casualidad)
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Capitulo IX

Ahora de que te ríes cansina?. Lucia empezó a señalar, con la emoción del aguita, no se habían dado cuenta que estaban tan solo con el sujetador y las braguitas.
Uyyyy mira que como nos vea alguien menuda vergüenza, pues nada nos metemos y esperamos a que se vaya.
Lucia rió de nuevo….pero Virgi si solo podemos alcanzar a mojarnos hasta el tobillo jajajajajajaja.

Virginia decía—Lucia tú aunque cubriera no te ahogarías jajajajaja, con ese par de flotadores.
Lucia la mandaba callar tan tímida como siempre y mirando a todos lados por si aparecía alguien.
Después de un buen remojón decidieron salir y dejar que el poco sol que quedaba secara sus blancos cuerpos siempre mirando por si hubiera cualquier signo de movimiento, vigilándolas.

Una vez secas decidieron ponerse en marcha para su vuelta, ya empezaba a oscurecer y no conocían bien el camino para circular de noche, hasta la autovía les quedaban 50 kms, y la carretera comarcal no era lo mismo de día que de noche.
Al subirse al coche Virginia dijo- lo hemos pasado bien, verdad mi cansina? - Lucia sonrió y dijo claro, acaso alguna vez estando juntas lo hemos pasado mal?.
Le tocaba conducir a Lucia puesto que Virginia lo había hecho por la mañana, volante en mano, cinturones puesto y en marcha!!!!
La botella de Vino dulce que por supuesto entre risas, chapuzones y tentenpíe habían terminado la guardaron y dijeron.. esta para nuestro baúl de los recuerdos, cuándo la veamos, recordaremos muy bien este día, ha sido fab

Iban charlando, de vez en cuando cuándo escuchaban alguna de sus canciones favoritas tarareaban a dúo, y comentaban cosas de las que habían visto en su castillo. Hubiéramos necesitado un día más Lucia – dijo Virgi- no hemos podido indagar la procedencia de la botella ni observar más cosas de interés. Lucia atenta a la carretera le comentó, pues tenemos pendiente otro viaje aquí.

Pararon para orientarse, la única luz que había era la que proyectaban las estrellas, Lucia estaba preocupada, más que nada por su amiga, virginia era miedica y no quería que lo estuviera pasando mal, así que dijo – Virgi no ves allí a lo lejos luz como de una casa?- Virginia contestó que no lo veía muy bien, pero que si ella pensaba que había alguna casa, mejor acercarse y preguntar. Puso el coche en marcha y se dirigiendo lentamente por el camino de tierra hacia lo que ella pensaba era una casa.
Al cabo de un buen rato divisaron que efectivamente allí estaba, así que siguieron.
Aparcaron y siguieron andando, el coche no podía seguir por ese camino, lleno de piedras y hierbajos.
Llegaron y con un poco de corte llamaron a la puerta, era tarde y les daba vergüenza llamar a la puerta a esas horas.
Toc-toc. Una voz masculina preguntó desde dentro – quién es? –

Lucia respondió – perdone que le moleste, verá nos hemos perdido y no sabemos como seguir nuestro viaje, hemos divisado su casa y nos hemos acercado, nos puede abrir? –
Durante 5 minutos no contestó nadie, ellas se miraron y ojearon la casa, el jardín, pudiendo ver que vivía una familia, ya que había un tractor, ropa tendida, botas negras de alguien que se dedicaba al campo, una cuadra al fondo, quizá con algún caballo.
Virginia miró a Lucia con esa risa de malicia y dijo – Jejeje lo mismo tienen caballos y nos pueden dejar dormir aquí esta noche y mañana les comentamos que nos dejen montarlos. Lucia con un gesto de preocupación la contestó. –Virgi no está el horno para bollos, nos hemos perdido, no conocemos quienes viven ahí dentro y tu piensas en dormir y mañana montar a caballo? Ha veces me desesperas.
En ese momento se oyó como alguien desde dentro giraba la llave y abrió la puerta.