"Todos los artículos que aparecen en este blog, son producto de la imaginación, no tienen nada que ver con hechos reales".

martes, 9 de diciembre de 2008

UN VIAJE INOLVIDABLE


Terminaba la navidad, debíamos regresar a Madrid, pronto empezaba de nuevo el colegio, fueron unos días inolvidables, cena familiar, misa del gallo, atracciones de feria, que bien lo pasábamos rodeados de los seres queridos y como niños…ilusionados por las fiestas y tantos regalos, tantos besos de familia, uff que altos están…uyyy que guapos…uyyy como van cambiando…..
Ese año se añadía una alegría más, mis abuela venía con nosotros en el coche, debían operarla de unas varices en una pierna y se lo iban a realizar en Madrid, que contentos, estaríamos unos meses con ellos, con lo que a mi me gustaba estar con ella…..mi abuelo se desplazaría unos días más tarde, ya se sabe…..la pensión….antes quería cobrarla y pagar sus cosas pendientes.
A las 4 de la madrugada nos despertaron, mi padre quería salir a las 4:30 para llegar a nuestra casa pronto, y dicho y hecho, salimos a la hora prevista, por aquel entonces teníamos un SEAT 1400 de color marrón, mis hermanos y mi madre nos sentamos en la parte trasera y mi abuela y mi padre como es lógico en la delantera.

El viaje transcurría bien, nosotros dormidos y ellos charlando, cuando a 40 kilómetros de Albacete, mi padre nos despertó diciendo, mirar mirar niños está nevando, que copos más gordos, nosotros alucinábamos, anda papá que bonito ,como nieva, para, para y jugamos haciendo bolas de nieve, claro está mi padre nos dijo que no, que desilusión….
A pocos kilómetros, mi padre empezó a comentar, que le parecía raro, la calefacción había dejado de funcionar, luego fueron los limpiaparabrisas y más tarde el motor.
Estábamos asustados, que pasaba?

Salió del coche y levantó el capó a ver si sabía lo que ocurría, al cabo de un rato entró helado de frío, seguía nevando y empezó a preocuparse, nosotros mientras inmersos en como nevaba, nunca habíamos visto tanta nieve junta, el campo estaba totalmente blanco, la carretera lo mismo, entonces mi padre comentó que a ver si pasaba algún coche y avisaban en el pueblo más cercano para que viniera una grúa, los minutos pasaban, nos pusimos los abrigos, el frío era horrible ya dentro del coche, mi abuela le dijo que ella se quedaba con él, que no se movía y mi madre…..no le hacía mucha gracia pero nosotros nos estábamos muriendo de frío, cuando mi padre le propuso que si tenían sitio en el vehiculo que pararan les propondría que nos llevaran al pueblo y esperáramos allí su llegada.
Pasado bastante tiempo, ya empezaba a amanecer, tuvimos suerte, un camión pasó, apenas se podía circular por la nieve caída y mi padre les hizo el alto.
Claro está, pararon, comentaron lo ocurrido y se ofrecieron a acercarnos al pueblo más próximo que estaba a 15 kilómetros, entre llantos por no querernos montar en ese enorme camión y besos nos subimos a la cabina.
Mi madre se sentó en medio de los dos camioneros y nosotros detrás donde había un colchón que supuestamente era la cama para descansar….allí estábamos genial, mirábamos, nos movíamos, preguntábamos por todo lo que había allí detrás y los camioneros se reían. No avanzábamos nada, no se podía circular, ellos intentaban ponerse en contacto con la policía, para informarse de cómo estaba todo y avisar de lo ocurrido, ya que mi padre y mi abuela seguían allí.
Teníamos hambre y como niños se lo dijimos a mi madre, entonces ellos sin dudar ni un momento nos ofrecieron lo poco que llevaban en una mochila, que era Naranjas, galletas, unos bocadillos de jamón, 2 botellitas de agua y chocolate, no se me olvidará jamás y eso que han pasado muchos años ya. Nos comimos su almuerzo, que personas más agradables eran, por fin pudieron ponerse en contacto con el coche de policía y les informaron de cómo estaba la situación, ellos les decían que no podían avanzar y que estábamos más o menos a unos 5 kilómetros de POZOCAÑADA, entonces la policía dijo que irían a por nosotros, ya que siendo tres niños de edades entre 8 a 6 no podíamos estar así.
Para nosotros era una experiencia única, jugábamos, preguntábamos por todo lo que había colgado y cuando vimos las luces del coche, uyyyyy que ilusión.
Nos fueron sacando uno a uno en brazos, en serio amigos la nieve les cubría un montón al lado de la calzada, mi madre tenía un semblante muy serio, estaba tan preocupada…. Los agentes le dijeron que no se preocupara que enseguida otra patrulla iría a recogerlos también, mientras…..nos trasladaron al pueblo, nos dejaron en un restaurante/pensión muy grande que había en el centro del pueblo y dijeron a mi madre que iban a buscar a mi padre y a mi abuela y que de vez en cuando pasaría una patrulla al restaurante para interesarse como estábamos.
Mientras…… mi padre y mi abuela no resistiendo el frío que empezaban a notar, se atrevieron a andar a campo descubierto ya que a lo lejos habían divisado una casa de campo,la nieve les cubría casi por la cintura, mi padre tiraba de mi abuela, fueron minutos muy largos y dolorosos por el frío que estaban pasando, aún cuando lo recordamos me comenta que no sabe como hizo esa brutalidad, podían haber muerto congelados, el trayecto hacía la casa fue más largo de lo que esperaban, pero con esfuerzo y valor por parte de los dos, llegaron, llamaron a la puerta y abrió un adorable anciano y al verlos les ofreció que entraran, ellos así lo hicieron y fueron a refugiarse corriendo a la gran chimenea que había en el centro de la estancia donde les habían invitado a entrar, el anciano les dijo que no se acercaran que estuvieran un rato retirados, no era bueno con la congelación que llevaban acercarse al fuego, mientras se pusieron en contacto con la policía, les explicaron lo ocurrido, a lo cual ellos dijeron que sabían de lo ocurrido que irían a buscarlos para acercarles al pueblo.Este buen hombre, les dió un buen tazón de caldo y algo más de comer, mi padre y mi abuela tenían las manos....que no podían ni moverlas para sujetar el caldo.
Mi madre y nosotros seguíamos esperando en el restaurante, ella preocupada sentada en una mesa, nosotros jugando alrededor de ella, cuando de repente se puso de pie, miramos hacía la puerta y allí entre lágrimas, abrazos nos encontramos de nuevo los 6.
Estuvimos durmiendo esa noche en POZOCAÑADA y a la mañana siguiente nos fuimos en tren hacía Madrid, una semana más tarde mi padre se desplazó a recoger el coche ya arreglado.
Todos los años, hasta que mis padres fijaron su residencia en Murcia, cada vez que pasabamos por POZOCAÑADA, paramos en casa de ese buen hombre y junto con su familia tomabamos una buena taza de chocolate y recodarbamos el fatidico viaje. YA ha fallecido hace años, era un hombre mayor.
Un saludito.
LEZ

21 comentarios:

Aguabella dijo...

LEZ

Una aventura tremenda, desde luego no es para olvidarla, fue algo muy peligroso pero como niños nos os dabais cuenta, solo vivisteis la aventura de la nieve.
No puedo imaginar a tu padre y tu abuela, las cosas que pasarían por sus cabeza Dios mio!

Siempre encontramos personas buenas en el camino, tanto los camioneros como el anciano de la casa fueron generosos y muy humanos.

Un beso guapa

Anónimo dijo...

Que historia!! cuando lo leí pude sentir como que hubiera estado en una pelicula! realmente una aventura!
increible la fortaleza de tu Padre y Abuela y el Abuelo que les invito, fue maravilloso! y es lindo que se sigan reencontrando con la familia.
Besos y que tengas un lindo día!

Leznari dijo...

Asi es Aguabella, no te imaginas cada vez que pasabamos por Pozocaña, despues del incidente y parabamos a saludar a esa familia, que amor nos trasmitian, mis padres siempre les llevaban un detallito y ellos...siempre nos invitaban a desayunar.
Eran buena gente, la pena es que nunca más supimos de esos dos camioneros, nos quedamos con el sabor amargo de no haberselo podido agradecer.
Besitos .
LEZ

Leznari dijo...

Hola Andrea mi padre y mi abuela lo pasaron verdaderamente mal, no he podido extenderme mucho, pero te aseguro que cuando nos lo contaban la cara de miedo que trasmitiamos lo decía todo.
Es una aventura que nunca olvidaré y ahora cuando paso con mis hijos por alli, camino a ver a mi familia, siempre dicen "Mamá, Mamá cuenta cuenta lo que os pasó".
Un besito guapa.
LEZ

Anónimo dijo...

que relato mas bonito!!! a mi me suena un monton y no se de que!! besos!

Laura

Leznari dijo...

Jejejeje Laura, como no te va a sonar la historia, si tu eras la que decía.....Mamá, Mamá cuentanos de nuevo lo que os sucedió con la nieve...
Un besito corazón.
LEZ

Anónimo dijo...

hola lez!!!!!!!

que historia has contado hoy.....
como se ven las cosas de diferentes ópticas, si somos niños o adultos...........
terrible habrá sido para tu padre y abuela, pero gracias a Dios siempre hay personas solidarias!!!!!!
un abrazo reina......

ZP Nunca Mais dijo...

Desde luego este viaje inolvidable no ha sido precisamente un "Viaje a ninguna parte" por los gratos recuerdos que ha dejado en tí.
Una bonita historia con un final feliz, como corresponde.
Un beso.

Leznari dijo...

Hola Adrisol!!!! si...es muy diferente de la manera que lo viví a la manera que ahora lo recuerdo....fueron horas para mi madre interminables y sin embargo ...para nosotros llenas de sorpresas y aventuras por el hecho de montarnos en un camión de ser recogidos en brazos por la poli!!! que ilusión jejeje eso era lo que sentimos y como lo contamos a los amigos del cole al regreso.
Un besito guapa.
LEZ

Leznari dijo...

Hola ZP, ahora cuando lo leo de nuevo, mis recuerdos vuelan hacia allí....como bien dices...el final fue feliz y es lo que debe prevalecer, una historia que pasará de hijos a nietos fijo, se que al igual que yo se lo conté a los mios, los mios lo harán a los suyos si siguen viajando hacia esa tierra murciana.
Un besito.
LEZ

Rio Oria dijo...

De blog en blog y comentario tras comentario he llegado hasta aqui.
Me recordó tu viaje a los que hacíamos en tren, muchos años antes recorriendo la piel de toro para celebrar con nuestras familias la Navida.
Los asientos horribles y la calefacción que fallaba mas que funcionaba.
Era bonito cuando los acompañantes de departamento y nosotros sacábamos fiambreras y corrían entre todos.
Otros tiempos.
Ramón.

Leznari dijo...

Hola Ramón!!!
Recuerdo vagamente algún viaje con mi madre y mis hermanos desplazándonos a nuestra tierra en el tren por la noche " EL CORREO" en compartimentos de dos bancos uno enfrente del otro y gente charlando, lo que tardaba el dichoso trenecito, aunque nosotros dormiamos plácidamente.
Bonitos recuerdos, verdad?
Gracias por visitarme.
Un saludo.
LEZ

María Socorro Luis dijo...

Siempre es muy grato leerte.

Besos desde mi txoco.

Marinel dijo...

Vaya viaje más sorpresivo,Lez.
Y claro, imagino que a vosotros como niños, pues mira tú que bien.Sin embargo pena me daba al leerlo de tu padre y tu abuela sobre todo y cómo no, de tu madre tan preocupada...
De todas formas; con estas cosas, te das cuenta, que la gente en momentos cruciales son altruistas, generosos y solidarios...y eso es un gustazo de comprobar.
Y tienes razón, es un recuerdo imborrable que si además fomentas con ese encuentro grato con personas que colaboraron en salir bien parados, pues más inolvidable aún.
Estoy segura de que tu padre y tu abuela nunca olvidarán a ese señor, aunque haya volado ya...
Muy entrañable y bonito,querida Lez.
Besos.

Leznari dijo...

Hola de nuevo María Socorro!!!
Gracias, a mi también me es grato leerte.
Un besito linda amiga.
LEZ

Leznari dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Leznari dijo...

Ayyy Marinel, si tuvieramos un ratito te contaria todo lo que mi padre nos contó de su aventura por la nieve, fue algo más complicada que la nuestra.
Pero al menos durante años.....agradeció a ese anciano lo que hizo y parabamos a saludarle.
Un besito guapa.
LEZ

Anónimo dijo...

Hola Lez, te pasaba a saludar, hace tiempo que no he sabido de ti, deseo que te encuentres bien.
Besos y que tengas una linda tarde!

Leznari dijo...

Mi guapísima Andrea, gracias por pasar a visitarme, ahora ando un poco liada y no puedo atenderos como quisera.....pero mañana jejejejeje es viernes...y entonces....temblar que iré
Besitos amiga.
LEZ

Bowman dijo...

Me encanta esa historia y me veo reflejado. Por desgracia, por las veces que me he quedado tirado y siempre hay alguien que ha echado una mano. Al final siempre hay situaciones agradables y divertidas, como quedarme tirado en la "M-40" e intentar explicarle a mi teléfono de asistencia que ¡no era en la de Madrid!, sino entre Birmingham y Warwick (Motorway-40 inglesa, ja, ja) y la inestimable ayuda del inglés que nos echó una mano y del que aún recuerdo (y esto fue en el 97) que se llama Nigel y que su equipo favorito de fútbol es el Aston-Vila (imagínate las conversaciones).
O aquella vez en Portugal, día festivo con todo cerrado, que paró junto a nosotros el que resultó ser el alcalde del pueblo, que empezó a llamar por teléfono, despertar a los mecánicos de la siesta para abrir el taller sólo para nosotros y, mientras lo reparaban, nos dio una vuelta turística en su coche y nos llevó a un restaurante, para luego llevarnos a recoger nuestro coche.
O aquellos aldeanos que abandonaron sus chuletas en la barbacoa para empujar mi coche que se había quedado con dos ruedas en el aire, mientras bromeaban sobre lo paletos que éramos (conduciendo) los madrileños de la capital cuando salimos de ella, ja, ja.
Jo, tengo anécdotas para llenar un blog.

Con toda la ayuda recibida... ¿quién se resiste a ayudar a los demás? ¿verdad?

Leznari dijo...

BOW
deberias animarte y contarnos tus viajes inolvidables, se con seguridad que nos harás pasar un rato divertido.
Lo que no te pase a ti.....
LEZ