"Todos los artículos que aparecen en este blog, son producto de la imaginación, no tienen nada que ver con hechos reales".

domingo, 30 de marzo de 2008

y a quien culpamos?

Parece mentira, desde que me enteré de la desaparición de la pobre niña MARILUZ hasta que encontraron su cuerpo,fue una intensa preocupación(como la de la mayoria de los españoles)por encontrarla viva.Por desgracia para todos, no pudo ser asi y.....asistimos a su entierro.Ahora después de pasar estos días pensando en que ocurrió en realidad, nos informan en prensa,televisión, radio, etc.. que han encontrado al presunto asesino.SANTIAGO DEL VALLE GARCIA vecino del TORREJON con ante-

cedentes por haber abusado de su propia hija, fue desde el primer momento el sospechoso más firme de la Policía y de la familia Cortés.El presunto asesino de Mari Luz iba cada 15 días a los juzgados desde 2006 Sevilla lo tenía al mismo tiempo en paradero desconocido Su última presentación se produjo el pasado 3 de marzo en Cuenca . Y me pregunto yo?

Ahora a quien echamos la culpa de este asesinato al presunto o al gobierno por estar tan despistado con las leyes que hay en España?. Llevamos bastante tiempo quejandonos de que las leyes no estan bien implantadas, hay manifestaciones cada dos por tres por las injusticias que se cometen, y el gobierno y el sistema judicial lo ven, lo oyen pero no hacen nada, deberiamos el pueblo salir a la calle y tomarnos la justicia por la mano?No es que les dé la razón a toda la gente que se reunió en huelva para apedrear a dicho personaje, pero si lo hubieran realizado estaban en su justo derecho, porque quizá si el sistema judicial estuviera mas controlado esta y muchas muertes que ocurren se podian haber evitado.
Ahora Zapatero le dice a Juan Jose (padre de Mariluz) que va a tomar cartas en el asunto. Esperemos a ver que hace.... lo dejo asi, esperando la respuesta para poder seguir tocando el tema.

4 comentarios:

Natacha dijo...

No creo que salir a la calle sea la solución. No soy partidaria de la toma de justicia por mano del pueblo. La justicia ha de ser fría, imparcial y no mediatizada...
Yo exijo responsabilidades en la administración y así lo expreso en el lateral de mi blog.
Es una vergüenza que este hombre estuviera en la calle.
Un beso, amiga
Natacha.

Leznari dijo...

Claro que es una verguenza que este individuo estuviera en la calle,menos mal que lleva ya 6 días en la carcel, esperemos que las leyes sean justas.
Un beso mi niña.
Lez

Albero arena dijo...

Lez muy interesante el tema a tratar te dejó mi opinión....
Cuando en una sociedad se quiebra la confianza en la justicia cualquier cosa puede pasar, incluida la barbarie del linchamiento. Cuando falla la justicia hay un gran riesgo de que las víctimas se la tomen por su mano y la sombra de la venganza ciega se cierna sobre la sociedad. Impartir la justicia, como ejercer la medicina o como pilotar un avión son actividades humanas y están obviamente sujetas a errores, pero lo ocurrido en el caso de Mari Luz va mucho más allá de un simple error humano de un juez, lo que fallan son las leyes, el sistema. Esto debiera preocuparnos continuamente y no sólo los días que siguen a un suceso tan trágico.

Comencemos por decir una obviedad, clama al cielo que un individuo como el asesino de Mari Luz que estaba juzgado y condenado por dos delitos de abuso de menores, uno de ellos obrado en su propia hija, no hubiera cumplido pena alguna y estuviera campando a sus anchas. Alguien debería caer en la cuenta de las atrocidades que habrá cometido, porque probablemente lo que conocemos sólo sea la punta de un iceberg. Con toda probabilidad este hombre habrá acosado a otras muchas niñas y habrá tenido tiempo y ocasión de perpetrar otras violaciones y asesinatos. Alguien debería caer en la cuenta del daño irreparable, del sufrimiento inmenso que acompaña, a veces de por vida, a las personas que han sufrido abusos sexuales en la infancia. Algo, por cierto, mucho más frecuente de lo que se cree (los psiquiatras y los psicólogos clínicos lo conocemos bien).

La paidofilia, también conocida como pederastia y pedofilia, es una conducta perversa que lleva al que la padece a tener una atracción sexual invencible hacia los niños. Es tan fuerte como la mayor de las adicciones. ¿Se imaginan a un heroinómano que tuviera a su alcance toneladas de heroína? ¿Alguien es tan ingenuo de pensar que no consumiría? Eso mismo elevado al cubo es lo que probablemente ocurra con el asesino de Mari Luz. Santiago del Valle es un asesino terrible y cruel, pero eso no es todo. Es además un hombre psíquicamente enfermo, con un trastorno psicopatológico que le merma gravemente su libertad, con una patología muy grave y hoy por hoy incurable. Habrá que repetirlo hasta la saciedad: incurable, incurable, incurable…

La conclusión vuelve a ser una obviedad: Santiago del Valle no puede, ni podrá dejar de hacer lo que hace si tiene oportunidad de hacerlo. Podrá pasar diez, quince, veinte años en la cárcel; podrá ser un preso ejemplar que cumpla con todos sus deberes; podrá seguir todos los programas de reinserción o rehabilitación imaginables; pero si sale en libertad se topará al instante con su objeto enfermizo de deseo, ése que durante sus años en la cárcel no ha estado a su alcance, ése que puede mucho más que su pobre voluntad… y desarrollará la misma conducta.

La paidofilia es un trastorno psicopatológico que se encuadra en lo que antes se llamaban aberraciones sexuales o perversiones sexuales. En las últimas clasificaciones de las enfermedades mentales se consideró que estos términos tenían connotaciones peyorativas y se les cambió el nombre, hoy se conocen como parafilias. Lo de menos es el nombre, lo importante es saber que el deseo en la sexualidad parafílica tiene una fuerza mucho mayor que en la sexualidad normal y que el placer asociado a la relación parafílica es mucho mayor que el asociado a una relación normal.

Todos sabemos la fuerza que ejerce sobre nosotros el instinto sexual. Es, sin duda, una de las fuerzas más dinamizantes de la conducta, en nosotros y en cualquier especie animal. Pues bien, en el parafílico es mucho más intensa y en el caso del pederasta está vinculada a su objeto sexual, un niño o una niña. Modificar la intensidad y sobre todo hacer que el objeto sexual cambie es una tarea quimérica, mucho más difícil que el que cualquiera de nosotros cambiásemos nuestra propia orientación sexual. Un viejo proverbio chino dice que es más fácil cambiar el curso de un río que el carácter de un hombre. De lo que hablamos aquí es de algo aún más básico que el carácter, estamos hablando de pulsiones, de instintos.

Algunos psiquiatras pensamos que ni siquiera la castración química propuesta por Sarkozy para los delincuentes sexuales tendría garantías. Lo que hoy tenemos que hacer es reconocer nuestra impotencia y asumir que somos incapaces de curar estas patologías. Ojalá mañana los tratamientos psiquiátricos de estos enfermos sean eficaces, mientras tanto conviene que tengamos todos muy claro, especialmente nuestros políticos, nuestros legisladores y nuestros jueces de vigilancia penitenciaria, que la estancia en la cárcel no cura esta patología. Y cada vez que un Santiago del Valle esté libre, una pequeña Mari Luz estará en peligro.un beso leznari muy intesate tu blog besos kary

Leznari dijo...

Muchisimas gracias Kary, por exponer tu pensamiento en mi blog, tienes mucha razón esos personajes no se curan y cuando salen vuelven a repetir sus cechorias y siguen tan tranquilos, anda que no ha salido algún que otro caso por televisión.
Me ha encantado tu comentario y quizá exponga algo sobre la pedofilia o pederastia, con lo que he oido hoy en un programa. Un besazo guapetona.