Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas; descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora; nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora; nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento.
Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Cuando me miro al espejo, ya no busco a la que fui en el pasado... sonrío a la que soy HOY.... me alegro del camino andado, y asumo mis contradicciones.
Siento que debo saludar a la joven que fui, con cariño, pero dejarla a un lado; porque ahora me estorba. Su mundo de ilusiones y fantasía ya no me interesa.
¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños!
El ser humano tarda mucho en madurar.
TENER-RETENER.
Las realidades más grandes y más bellas las tendrás cuanto menos las poseas y retengas.
Si quieres tener el mar, contémplalo, abre tus manos en sus aguas y todo el mar estará en ellas. Porque si cierras tus manos para retenerlo, se quedarán vacías.
Si quieres tener un amigo peregrino, déjalo marchar y lo tendrás... porque si lo retienes para poseerlo, lo estarás perdiendo y tendrás un prisionero.
Si quieres tener un amigo peregrino, déjalo marchar y lo tendrás... porque si lo retienes para poseerlo, lo estarás perdiendo y tendrás un prisionero.

Si quieres tener el sol y gozar de su luz maravillosa, abre los ojos y contempla... porque si los cierras para retener la luz que ya alcanzaste te quedarás a oscuras.
Si quieres vivir el gozo de TENER, libérate de la manía de POSEER Y RETENER. Goza de la mariposa que revolotea, goza del río que corre huidizo.
Goza de la flor que se abre cara al cielo. Goza teniendo todo, sin poseerlo y sin retenerlo.
Sólo así gozarás de la vida, sabiendo que la tienes sin poseerla, y dejándola correr sin retenerla.
Saluditos.
LEZ